Reseñas - Tertulias IV

10.11.2025

Amigas y Amigos, el proyecto "Tertulias IV, ha finalizado, dejándonos muchos aprendizajes y ganas de poder realizar el próximo año una nueva edición y sostenerlo en el tiempo.

Por lo que como ultima entrega, les dejamos los comentarios de nuestro equipo de panelistas respecto del documental PASTA y los temas que abordamos en esta nueva versión

Alejandra Monroy

El documental "Pasta" se adentra en la íntima historia de una familia de la periferia de Santiago, mediante el testimonio personal del realizador Matías Tapia, quien utiliza su propia infancia como punto de partida para explorar las consecuencias del ingreso de la pasta base de cocaína en poblaciones vulnerables.

A nivel social, la obra evidencia cómo la droga no aparece de forma aislada sino como parte de un entramado histórico-político: Tapia plantea que su introducción en plena dictadura respondió a dinámicas de control social y territorial en los barrios marginales. A través de imágenes de basurales, potreros, pasajes marginales y viviendas sociales, el film sitúa la droga como un actor más de la transformación urbana y la marginalidad: "nos crearon", dice sobre su comuna. Esto construye una mirada crítica: no sólo la pobreza o la drogadicción son el problema, sino el entorno, la falta de identidad, el desplazamiento de poblaciones, el abandono institucional, en el que se incrustan los consumos y las dinámicas destructivas.

En el plano familiar, "Pasta" transita de lo colectivo a lo íntimo. El director vincula su historia personal, las historias de su tía y su madre, que vivieron la proliferación de la droga en su entorno, junto a las historias de otros vecinos y familiares. Surge así una familia doblemente golpeada: como sujetos de la violencia del consumo y como fuente de resistencia.

Tapia plantea que en estas familias el consumo no es sólo un acto individual sino una herencia estructural: generaciones que repiten patrones de vulnerabilidad, de droga, de abandono, de poca articulación social. Su enfoque reflexiona sobre cómo el trauma propio y colectivo se transmite, y cómo la familia puede convertirse en "lugar de ruptura" de esos patrones al tomar conciencia, al narrar, al reconocer.

En cuanto a fortalezas, la obra destaca por su voz personal y su uso de testimonios directos sin filtros: la cercanía del realizador con su entorno le permite acceder a relatos que suelen quedar invisibilizados. El formato breve funciona bien para concentrar el mensaje sin diluirlo. Además, conecta lo micro (familia, infancia, barrio) con lo macro (política, ciudad, marginalidad).

"Pasta" es un documental valioso para comprender los vínculos entre consumo de drogas, estructura familiar y condición social en Chile. Es especialmente recomendado para quienes investigan o trabajan en temas de familias vulnerables, comunidades periféricas, adicción y memoria social. Su fuerza radica en que no busca excusar ni idealizar, sino visibilizar y convocar a la reflexión.

David Amaya

Lo dije en mi primera locución durante la tertulia respecto del documental, "para mi esto fue una búsqueda" dado que el aproximarse en el abordaje de algo tan complejo como el consumo de sustancias y el contexto histórico-social en el cual se da, es fácil de perderse en trivialidades, prejuicios y caer en el despectivamente llamado "porno-miseria", cosa que no sucede con PASTA, ya que es una pieza intima, que desde la historia de vida de su realizador, nos invita a conocer como el consumo afecto su historia y la de aquellos que le rodean, con una mirada realista y desconsoladoramente real, vivida y muy replicable en diversos entornos.

Su cámara fija y un tono melancólico nos permite adentrarnos en las profundidades de nuestro sentir como espectadores e invitarnos a dejar de ser observadores de una realidad que nos supera, sino protagonistas de nuestros devenires y llamarnos a ala acción sobre un entorno que no es ajeno, sino que nuestro.

Una posible solución. Ya sabemos que el deseo está constituido en base a el otro (a esos Otros), sin embargo caemos aún así en la repetición (de ahí que cuando se derribe un símbolo como en lo gráfico- patrimonio este vuelva), dejar de repetir es imposible, pero no todo es repetición. Después de un proceso de análisis el ojo se entrena y ve para hacerse parte de lo que presencia. Ser lo que se observa, a esto le llamo la estética del deseo. Ejemplo: ver una obra de arte y ver en el detalle lo que nos gusta o no , es solo una pequeña representación de lo cual repetimos, por otro lado saberse en la obra sin saber nada más que solo tener el privilegio de verla es faltar a la repetición debido a que no siempre nos permitimos ver sin significantes. El patrimonio es un registro patriarcal porque el lenguaje lo es, es patriarcado porque la cadena de significantes lo son. Pero a veces también pueden ser un signo de paso del ser humano y su trascendencia y no tanto de su tradición.

"Este programa se financia, gracias al Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social 2025 del Gobierno de Chile y del Consejo Regional de Atacama"